En uno de los últimos talleres hablábamos sobre la importancia de la concepción y el nacimiento en nuestro transcurrir y como esto determina en gran medida lo que podríamos llamar “destino”. Y sincrónicamente me encuentro con un escrito que hace referencia al espermatozoide “triunfador” en el proceso de fecundación. Si el momento previo al instante fundante de nuestra concepción es conceptualizado como una guerra donde habrá ganadores y perdedores, tal como nos muestra el paradigma imperante, si sin cuestionamientos aceptamos tal “metodología” como cierta y absoluta, si esto queda inscripto en nosotros como “el modo” de alcanzar la meta, podemos encontrar en ello el origen del mecanismo de competencia en detrimento de la colaboración. Como mis pensamientos definen mi mundo, tal como comenta Alejandro Jodorowsky, elijo ver ese momento como una cooperación y no una guerra. Les dejo este texto y video donde Alejandro J. lo explica con su personal modo de adentr...